Ilustración: Romaguera Illustrations Miré la botella que el camarero acababa de dejar descuidada sobre la barra después de servirme el trago que le había pedido, un tipo con la sangre atiborrada de alcohol le llamaba a grandes gritos y era necesario hacerle callar. El contenido de la botella era un líquido de color dorado, ambarino, la etiqueta proclamaba que era whisky pero su sabor recordaba al detergente que usan en la India para limpiar la mierda de vaca. En realidad, cuando lo he dicho, solo pretendía que se hiciesen una idea. Iba ya por el tercer trago. Ni se les ocurra preguntarme la razón de que un lugar como aquel se llamase así. Imaginemos que antes de que llegase las putas era el local donde se reunían las poetas veteranas del barrio. De donde llegaron las putas no lo sé. Yo lo que deseaba era que mi vida cambiase.
La cultura boricua de la leche por Caronte Campos Elíseos Arropado por el aburrimiento de una tranquila noche de Halloween, salí a dar un bulevar. Eran las de la noche cuando me fui a un parque analógico, que a pesar de ser enorme y oscuro, comparte un largo cadalso con la costa norte del nacionalidad. Mientras caminaba, encontré a un gran amigo de muchos años. Compañero de muchas locuras de la infancia. Época mi primera visita al parque, empero a juzgar por los saludos del personal de seguridad, mi gran ñaño asistía con gran frecuencia. La pregunta obligada para él era qué hacía a esas horas en un lugar tan oscuro, frio y desolado.
Hace escasamente un año nos embarcamos en uno de tantos otros retos que el grupo de teatro El Farol ha llevado a cabo a lo largo de sus casi veinte abriles de existencia, digo reto porque es eso precisamente lo que es una obra de teatro para un grupo aficionado. Es una trama de falsas apariencias en la que cada astro lucha por no desvelar sus intenciones infieles. Puede que también tuviera abundante que ver una nueva incorporación al grupo, Marian, nuestra directora, con la que esperamos trabajar muchos años. Es evidente que El Candil son todavía los que no se ven, sin ellos sería imposible llevar a cabo la representación.