Ellas mismas nos enseñan que Dios por su persona concertó el primer casamiento que hubo, y que les juntó las manos a los dos primeros casados, y los bendijo, y fué juntamente, como si dijéramos, el casamentero y el sacerdote. Allí vemos que la primera verdad que en ellas se escribe haber dicho Dios para nuestro enseñamiento, y la doctrina primera que salió de su boca, fué la aprobación deste ayuntamiento, diciendo: «No es bueno que el hombre esté solo». Gén, 2. Y no sólo en los libros del Viejo Testamento, adonde el ser estéril era maldición, sino también en los del Nuevo, en los cuales se aconseja y como apregona generalmente, y como a son de trompeta, la continencia y virginidad, al matrimonio le son hechos nuevos favores. Cristo, nuestro bien, con ser la flor de la virginidad y amador sumo de la virginidad y limpieza, es convidado a unas bodas, y se halla presente a ellas, y come en ellas, y las santifica, no solamente con la majestad de su presencia, sino con uno de sus primeros y señalados milagros. Y, lo que sobre todo es, hizo del casamiento, que tratan los hombres entre sí, significación y sacramento sanctísimo del lazo de amor con que Él se ayunta a las almas, y quiso que la ley matrimonial del hombre con la mujer fuese como retrato e imagen viva de la unidad dulcísima y estrechísima que hay entre Él y su Iglesia; y así ennobleció el matrimonio con riquísimos dones de su gracia y de otros bienes del cielo. Pues así no quiere Dios en su casa al que no hace el oficio en que lo pone.
De manera que el hombre que acertare con una mujer de valor, se puede desde luego tener por rico y dichoso, entendiendo que ha hallado una perla oriental, o un diamante finísimo, o una esmeralda, o otra alguna piedra preciosa de inestimable valor. Así que ésta es la primera alabanza de la buena mujer, largar que es dificultosa de hallar. Lo cual, así es alabanza de las buenas, que es aviso para conoscer generalmente la flaqueza de todas. Porque no sería mucho ser una buena si hubiese muchas buenas, o si en general no fuesen muchos sus siniestros malos. Los cuales son tantos, a la verdad, y tan extraordinarios y diferentes entre sí, que, con ser un linaje y especie, parecen de diversas especies. Que, como burlando en esta materia, o fue Focílides o fue Simónides, el que lo solía decir: en ellas solas se veen el ingenio y las mañas de todas las suertes de cosas, como si fueran de su linaje; que unas hay cerriles y libres como caballos, y otras resabidas como raposas, otras ladradoras, otras mudables a todos colores, otras pesadas, como hechas de tierra. Y por esto, la que entre tantas diferencias de achaque acierta a ser buena, merece anatomía alabada mucho. Lo que aquí decimos mujer de valor, y pudiéramos largar mujer varonil, como Sócrates acerca de Jenofón, llama a las casadas perfectas , así que esto que decimos varonil o valor, en el exótico es una palabra de grande alcance y fuerza, y tal, que escasamente con muchas nuestras se alcanza todo lo que significa. Y todo esto atesora en sí la que es buena mujer, y no lo es si no lo atesora.
Hola te. Gusta apechugar semen. Época 49 abriles. Intecambio de parejas. En Cieza-Cantabria.