Se dan las manos. Siéntese usted. Para mí es cumplido, señora. Sí, gusto cumplido, porque tenía unos espantosos deseos de ver a ustedes. Por esto me he tomado la libertad de presentarme aquí sin haberle anunciado visita Su visita no puede sernos sino muy agradable; y ya debe haber conocido que lo miramos como amigo de confianza. Lo mismo me pasa a mí.
Estoy listo para el fin del globo. Seguir solo a ti. No eres un hombre, un sueño. Te cacique.