Por lo general, lo morboso se asocia a lo sexual. De ahí que se mencionen las miradas y las insinuaciones morbosas. Sin embargo, también es usual que se califiquen como morbosas otro tipo de conductas. Por ejemplo, cuando alguien quiere conocer en detalle la vida personal o íntima de alguien. Por extensión, definimos como morbo todo aquello que nos remite a la enfermedad mental. Ahora biem, debemos tenerlo claro: no siempre es así. El morbo puede definirse como la necesidad de ver, sentir, oír, oler o interactuar de alguna manera con lo que socialmente se cataloga como prohibido o proscrito. Se trata, en esencia, de una fuerza que nos impulsa a entrar en contacto con ello y a experimentar placer al hacerlo. El placer de trasgredir normas o entrar en el mundo de lo prohibido.
Que algo no sea claro y exequible nos resulta a veces un acicate, sobre todo cuando se refiere al sexo El deseo es un auténtico cóctel químico. Para las mujeres, sin embargo, depende de las fluctuaciones hormonales. Ellas suelen sentir una mayor inclinación a buscar encuentros sexuales durante el periodo de ovulación o incluso durante la regla. Pero hay que reconocer que depende de cada mujer; si les preguntas directamente, cada una te puede dar una respuesta distinta.
Olvídate del cansancio y el estrés Los peores enemigos del sexo son el estrés, las responsabilidades, la falta de sueño y el cansancio. Y las mujeres sufrimos todos estos problemas con mucha frecuencia. No olvides que el sexo es uno de los mejores relajantes naturales. No es porque llevas años con tu pareja que dejas de ser mujer con deseos y atractiva. No hace falta tener unas medidas de modelo para despertar la pasión de tu pareja.