Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años. Alegría que se renueva y se comunica 2. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor» [1].
Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. A todos los jóvenes cristianos les escribo con cariño esta Exhortación apostólica, es decir, una dinero que recuerda algunas convicciones de nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer en la beatitud y en el compromiso con la propia vocación. Pero puesto que es un hito dentro de un acceso sinodal, me dirijo al mismo tiempo a todo el Pueblo de Jesucristo, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Aun los jóvenes no creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon nuevas preguntas. Rescatemos algunos tesoros de las Sagradas Escrituras, donde varias veces se habla de los jóvenes y de cómo el Señor sale a su encuentro. En el Antiguo Testamento 6. En una época en que los jóvenes contaban poco, algunos textos muestran que Dios mira con otros luceros. Gn 37,
Hay química en el ambiente. En pocas palabras, si no puedes dejar de pensar en él, puedes ir empezando a diagnosticarte un crush con tu amigo. Los celos aparecen No, no son celos de amiga. Los achares se pueden presentar de muchas formas, desde por con quién se junta hasta por sus pasatiempos, pues te quitan tiempo con él. Esos achares pueden arruinar su noviazgo Esos achares pueden llegar al punto de adeudar un impacto negativo en su relación. Le llenas la cabeza de tóxico cada vez que tiene un brete con su novia, por muy pequeño que sea. Explotas toda oportunidad para ponerte a ti por sobre ella. Si te identificas con cualquiera de estos casos y te encuentras constantemente queriendo marcar territorio, realmente debes replantearte lo que esta relación significa para ti.