Continuación, vol. Se publica con la autorización del editor. José Antonio Zorrilla Pérez, preso. Tuvo la vida acomodada que le permitían los ingresos de su padre médico. Su lugar natal vivía en esa época una prosperidad resultado de la bonanza minera y de un atractivo turístico, sus aguas termales, favorecidas por el pasaje que viajaba entre el centro del país y la frontera, pues por allí pasaba la primera gran carretera de nuestro país: la México—Nuevo Laredo. Si se detenían al borde de la carretera para observarlos, los jóvenes huastecos veían a los automóviles pasar unos a la derecha y otros a la izquierda. Pero si cruzaban la vía, la referencia se invertía.