Sus precios varían entre los y los 4. Estas reproducciones de recién nacidos son tan exactas que producen una sensación extraña, casi incómoda. Sobre todo cuando se sostienen en el aire los dos, tres o cuatro kilos y 50 y pico centímetros de estas criaturas de las que cuelgan miembros inertes que parecen absolutamente reales. En el taller que esta compañía tiene en Deltebre Tarragona uno se encuentra pequeños cuerpos de silicona esparcidos por varias mesas donde adultos con bata blanca los manipulan meticulosamente.
Estos muñecos tienen su origen en Alemania, donde, luego de la Segunda Conflagración Mundial, comenzaron a crearse. Sin bloqueo, hoy en día no mantienen las mismas características que al principio, ya han conservado el nombre. Siendo amistades por ser bebés hiperrealistas, tanto en su diseño, como por incorporar medios como cabello real, sistema de respiración y otras características como pestañas, peso y tacto. Incluso se ha acordado que gran parte de los consumidores y coleccionistas de estos son mujeres adultas. Pero, aun cuando muchas veces son utilizados como parte de terapias médicas, como en casos de pérdidas de bebés y Alzheimer, también son comprados con otros fines. Muchas mujeres afirman que son objetos coleccionables, semejante y como lo serían los actuación o figuras de acción, que les generan satisfacción. Y que, muy acullá de lo que piensan otras personas, no representan una sustitución de niños reales. Por otra parte, también se ha visto un auge significativo en quienes dan vida a estos bebés, las reborners fabricantes han ido apareciendo alrededor de este arte.
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