Las damas de honor sólo acompañan a la novia durante la ceremonia. En algunos países se acostumbra que el día de la boda, las damas llevan un pequeño ramo de flores, lo que hace que su porte luzca mejor, y si los novios lo piden, pueden participar en el ritual del matrimonio, convirtiéndose en madrinas y formando parte de los padrinos de boda. Funciones de las damas de la novia Las damas de la novia asisten muy hermosas a la ceremonia, acompañando a la novia para apoyarla en todo, pero pueden ayudar a los novios con algunas tareas referentes a la planeación de la boda. Ayudar con la confirmación de asistencia de los invitados. Ofrecerse a repartir los recuerditos y las amenidades de la fiesta. Ayudar a hacer los centros de mesa, si la novia los quiere sencillos. Quedarse hasta el final de la fiesta para recoger las cosas olvidadas como el adorno del pastel. Llevar el vestido de novia a la tintorería al día siguiente de la boda.
Antinomia Sí, sabemos que tradicionalmente son las mejores amigas o las damas quienes organizan la despedida de soltera y que la novia no debería de sospechar nada. Sin embargo, estamos seguros que una ayudita no les caería nada mal. También pueden aprovechar para escribir una nota con sus buenos deseos para esta nueva etapa. Ikebana 2. No olviden comprar bebidas para un buen maridaje y continuar la fiesta. Este plan es ideal para que todas gocen de un fecha especial mientras comparten consejos y anécdotas que hayan vivido con la novia.
Por Carla Martínez Dantí. Si te has enamorado de una mujer mayor, en unComo. Aprende cómo conquistar a una mujer madura con unos sencillos pasos. Pasos a seguir: 1 Ten plena confianza en ti. Utiliza tu aplomo y confianza para impresionarla. Si estos temas no os van, es mejor que hables sobre proyectos o aficiones, y en caso de que seas mucho menor que ella, no le hables de tus amigos o de las fiestas, sino de experiencias. A su edad ya no se los creen. Si te parece sexy, divertida, cariñosa Debes realzar sus cualidades sin caer en piropos propios de un crío.
